jueves, 6 de septiembre de 2007

Oda a la Lechuga

Pura,
Verde,
Casi cristalina.
Te posas ingenuamente ante nuestras bocas,
Ambrientas,
Con tu frescura siniesta
¡Qué maravillosa es la naturaleza!
Qué me regala tu diaria compañía
Con esa textura delgada, un cuanto sínica
Y ese elixir de monotonía.
Cuanto añoro tu flácida languidez,
Que me regala esa explosión inóspita de sabor
Con tus colores cada vez más intensos
Relucientes por ese sol acalorante.
Cuanto quisiera que me acompañaras en mil instantes,
Tan liviana y sensible
Tana exuberante y elocuente
Llena porfavor, cada uno de mis días.

No hay comentarios: