martes, 11 de septiembre de 2007

Solamente tú

Las mariposas que entran por mi ventana
Misteriosas y pasajeras
Sonrientes y solitarias
Me cuentan los secretos de tu alma.
Colorida y sencilla,
Donde escondes ese mar de emociones inexploradas,
Que me fascina, el cual amo.
Vacilante y oscilante hacia el más allá-
¿Cuándo será el día en que porfín abras tu alma
para que pueda yo ser el testigo de tu vida?
Nuestras existencias,
Mundanas y terrenales, vanales a veces,
Esconden tesoros preciados,
Que tu no te atreves a enseñarme.
Déjame enseñarte que somos uno
Y nuestras almas vivan por siempre juntas.
Conozcamosnos al desnudo,
sin secretos.
Déjame ser tu todo,
Hoy, mañana y siempre.
Déjame mostrarte que soy la mujer a quien tu ama.
Déjame mostrarte que eres,
Quien más yo amo...

jueves, 6 de septiembre de 2007

Oda a la Lechuga

Pura,
Verde,
Casi cristalina.
Te posas ingenuamente ante nuestras bocas,
Ambrientas,
Con tu frescura siniesta
¡Qué maravillosa es la naturaleza!
Qué me regala tu diaria compañía
Con esa textura delgada, un cuanto sínica
Y ese elixir de monotonía.
Cuanto añoro tu flácida languidez,
Que me regala esa explosión inóspita de sabor
Con tus colores cada vez más intensos
Relucientes por ese sol acalorante.
Cuanto quisiera que me acompañaras en mil instantes,
Tan liviana y sensible
Tana exuberante y elocuente
Llena porfavor, cada uno de mis días.

lunes, 3 de septiembre de 2007

F E LI CI DA D . . .

Muchas veces en la vida, nos cuestionamos nuestro destino. La vida tantas veces desechable, se llena de improvistos del diario vivir. Creemos alcanzar metas porque tenemos el auto último modelo, viajamos a lejanos continentes exóticos, o vivimos en el barrio alto. Pero trivialidades como estas no pueden interferir en nuestro defelicidad. ¿Pero qué es verdaderamente la felicidad? Es un estado nirvana prácticamente inalcanzable, que no está ni remotamente cercano a la vida humana. Las metas suelen ser lo que la gente podría llamar estar feliz, pero la felicidad proviene de otras cosas, que al fin y al cabo resultan ser las más sencillas. La gente feliz es la que ama mirar una tarde de lluvia, o que le lagrimean los ojos con cada puesta de sol. La gente feliz es la que puede estar enamorada toda la vida y aprender del dolor. La gente reciliente aprende a vivir más sabiamente, entendiento las malas rachas, no como un castigo, sino como una etapa de aprendizaje constante que jamás termina. La gente feliz no es la que alcanza la felicidad, sino la que algún día pretende alcanzarla o pensar que podrá eventualmente tenerla. Incluso la persona más pobre, puede ser a la vez la más rica en alma y espíritu. Es maravilloso sentir que somos alumnos de este mundo, lleno de imperfecciones, pero que estamos aquí por algún extraño motivo para corregirlo.